Wednesday, October 20, 2004

El pie derecho

Se dice que "levantarse con el pie derecho" es bueno. Otros dicen que los "zurdos" (que escriben con la mano izquierda) son inteligentes. ¿Qué ocurriría si nos tocara acostarnos en una cama matrimonial del lado que al levantarnos nos obliga a utilizar el pie izquierdo? ¿Y si siendo zurdo no puedo lograr que 2+2 me dé 4 ? Peor aún... ¿qué hubiera pasado si hubiéramos crecido en otra cultura, en donde los inteligentes fueran los que poseen una cabeza de un tamaño mayor al normal? ¿Y si fuera que en realidad se atribuyera la inteligencia al tamaño de los pies o del abdomen? Sigamos... "El más inteligente es el que tiene la espalda encorvada"... Podríamos dar tantos ejemplos, y jamás podríamos encuadrar a la inteligencia en factores externos. ¿Por qué sucede esto? Paso a explicar. Sucede porque quienes buscan respuestas facilistas, no comprenden que una persona está compuesta por cuerpo, alma y espíritu. Tres en uno. La inteligencia, no está generada por células. Es algo intangible, que permanece aún luego de la muerte física. ¿Que cómo lo sé? No es sencillo de explicar. Como tampoco me es posible explicar que el cigarrillo hace mal, y me hacen mención de una mujer que con 113 años nunca dejó el cigarrillo. A lo que generalmente respondo, "sí, pero Ud. está mirando un sólo ejemplo que quedó vivo, o sea, está poniendo sus ojos a la excepción de la regla y no a la verdad de la milanesa". Aunque todos sabemos que la milanesa no tiene grandes verdades, salvo cuando se cocina al horno.

Pero dejando de lado los detalles culinarios, y volviendo al tema espiritual, no puedo dejar de pensar. Mi mente sueña de modo inconsciente mientras duermo, cosas que jamás mi imaginación puede concebir junto con otras que veo a diario en el mundo material, pero con efectos Surround y Dolby Stéreo que no posee la realidad, y efectos que Spielberg quisiera tener a mano en sus éxitos de taquilla. Esa mente, está más allá de la materia. Mis emociones, (angustias, alegrías, etc), como pantallazos del alma me permiten conocer que hay algo detrás (o mejor dicho dentro) de este cuerpo físico.

La vida es un suspiro que pasa, mientras que nuestra alma, continúa posteriormente su viaje. Depende de nuestra elección en vida el destino que ella tome. Pues con nuestros actos podemos encadenarla al infierno o elevarla al cielo (dichas experiencias las hemos podido "gustar" en gotas en nuestras realidades cotidianas), el infierno, que hoy los hombres intentan mostrarlo como "deseable" pero quienes lo alcancen, lamentablemente no tendrán modo de escapar de él; y el cielo, que aunque lo intentan pintar como monótono o aburrido, será la experiencia más maravillosa que jamás nuestra alma haya podido sentir. Será como encontrarse con un viejo buen amigo (esa sensación) pero de modo permanente, o esa alegría al escuchar las primeras palabras de nuestro hijo (pero de modo constante y en aumento). No. No tienen comparación el cielo y el infierno. En este último, el deseo de morir, sin hallar la muerte, será insoportable, y cuando parezca que no se puede sufrir más, se caerá más bajo, añadiendo a ello, la certeza de que por siempre continuará en descenso la personalidad que no forjamos en vida.

¿Es nuestra responsabilidad? Por supuesto. Tenemos en Jesús el camino. Podemos escoger cuál camino deseamos seguir. La vida y la muerte están en nuestras manos. No me refiero a la primera muerte, sino a aquella que la biblia llama la "segunda muerte" de la que no será posible escapar, excepto a través de Quien Es el verdadero camino a Dios.

Un abrazo a todos y que Dios los bendiga para reencontrarse con Él.